
Juan Cohete dame un cuete, le decían. Tristemente guardaba silencio ante tal petición. No era su culpa cargar con aquel apellido, era herencia familiar. Desde aquel día en que su padre lo abandonó por ir a cumplir la misión 500R1 al espacio decidió que de ahí en adelante Cohete seria su apellido. Era por si algún día le salía fuego a propulsión y lo llevaba lejos a ver si encontraba a Juan Padre.